Los auténticos valores de la vida, no cuestan nada y están, al alcance de la mano.
La piel no es sólo, una fuerte y hermética armadura, es el mecanismo que siente y capta los mensajes del mundo exterior.
Dentro de éste entorno, las caricias, nos producen una fina cantidad y calidad de estímulos.
Son el fascinante camino hacia el lenguaje corporal. Una Caricia puede decir más que mil palabras y transmitir afecto, gozo, relajación, tranquilidad.
Esto queda de manifiesto, en estudios realizados con jóvenes y adultos, que al recibir caricias; experimentan efectos favorables que se expresan, en la demostración de cariño, compresión y estabilidad.
En estudios realizados con “monos” se ha observado, que al privar a los cachorros, de la caricia de su madre, éstos mueren.
Todos necesitamos de ellas y ahí están, ESPERANDO POR NOSOTROS… AL ALCANCE DE LA MANO.