Empezamos las vacaciones con gran emoción. En la maleta están listos para viajar, los juguetes de playa, el protector solar traje de baño, una que otra ropa elegante para ir a cenar guapos, muchas sonrisas, ganas de divertirnos pero sobre todo emociones. Somos una familia de 5, papa, mamá Pablo de 8, Andrea de 6 y Xavier de 3.
Arribamos al aeropuerto de Cancun después de un tranquilo viaje, con las ansias de conocer el hotel que tanto hemos visto en fotos, leído reseñas y nos han platicado.
El Villa del Palmar Cancun, se encuentra a tan solo 20 minutos del aeropuerto y es un resort de la cadena Tafer, reconocida por sus hermosas instalaciones y gran calidad de servicio y alimentos.
Llegando nos recibieron con un Smoothie muy fresco, dando a los niños su primer sonrisa del viaje, el check in fue ágil y sencillo y en menos de lo que esperábamos estábamos abriendo lo que sería nuestro hogar por la próxima semana. La sorpresa fue enorme al conocer la suite con cocina, comedor, sala, dos recamaras con baño completo, vapor entre otras amenidades increíbles. Pero lo que se llevó nuestra admiración fue la gigantesca terraza con Jacuzzi privado y vista al mar. Los niños no podían esperar a ponerse su traje de baño para bajar a conocer las diferentes albercas que ofrece el Resort pero más querían cruzar el puente que divide la alberca principal del Villa del Palmar Cancun.
Llegó la hora de la comida y acudimos al “Zamá” un restaurante de comida gourmet mexicana y aunque estábamos con el plan “Todo Incluido” todo era a la carta con una presentación y sabor inigualable. Nos explicaron que Zamá significa “amanecer” en Maya y prometen un amanecer gastronómico en cada uno de sus platillos, mismo que cumplen cabalmente.
Saliendo de comer fuimos a conocer el Kids Club, convirtiéndose en uno de los espacios favoritos de los niños (y de sus papás) ya que ahí los niños gozaron de divertidas actividades (y sus papás de unos ricos mojitos). De ahí en adelante nuestros días en el Villa del Palmar Cancun fueron maravillosos entre el club, las albercas y por supuesto la playa con un mar azul, típico del caribe mexicano.
Las mañanas se antojaban ya que el desayuno se sirve en el restaurante Caprichos, en donde el Buffett es muy variado y fresco a la vez. Por las noches disfrutamos de los bazares de artesanias locales y de los shows en vivo de gran calidad.
El Villa del Palmar Cancun, cuenta con varios restaurantes de especialidades como La Casona STK con un menú innovador ofreciendo deliciosos y jugosos cortes de carne de primera calidad. El Davino que con un ambiente contemporáneo nos muestra una amplia variedad de platillos italianos, con ingredientes muy frescos, mariscos, pizzas, pastas entre otros. El Hiroshi un verdadero viaje culinario al país del sol naciente en un ambiente elegante y tranquilo. Y por último el Bite Bar junto a la alberca en donde no pueden perderse la hamburguesa de pollo empanizado en Doritos con guacamole y queso mozzarela, una combinación única.
El tiempo voló, y con ganas de seguir apapachados por el personal del Villa del Palmar Cancun, tenemos que regresar a casa.
Sin duda alguna el Villa del Palmar Cancun, es un lugar al que regresaremos y al cual recomendaremos a nuestra familia y amistades.