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La gran fiesta de la cerveza en el sur de Alemania, en la principal ciudad de Bavaria, otrora sede del reino de la dinastía Wittelbach; empieza en septiembre y la ciudad de los monjes (Munchen/Munich) se abarrota de visitantes de todo el mundo. Los australianos, fletan uno o dos aviones y hacen campamento en el parque en el que se celebra esta extraordinaria fiesta. El Theresienwiese (El Prado de Teresa). Este notable festejo empezó a celebrarse a partir de la boda de la princesa Teresa de Sajonia-Altenburgo el rey Luis I de Baviera de La Casa de Wittelsbach desde el año 1810 cuando México y otras colonias americanas inician su lucha por la independencia de España.
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La fiesta inicia con dos días de desfiles en los cuales las comunidades de Bavaria y del mundo, y las cervecerías participan con contingentes dignos de verse: bandas de música, caballeros, campesinos, cazadores, mujeres ofreciendo vinos de sus regiones, grupos de soldados vestidos a la usanza del siglo 12 agitando grandes y coloridas banderas, y principalmente las enormes carretas llenas de toneles cerveceros, con majestuosos caballos adornados con ramos de flores, y aparejos de cuero y campanitas que relucen y alegran el desfile.
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Los habitantes del sur de Alemania tienen un gran orgullo por la calidad de sus cervezas y desde 1516 el rey pasó una ley de la Pureza de la Cerveza que garantiza una excelente calidad de esta bebida que provoca el compañerismo, fomenta la alegría y nos permite pasar gratos momentos en esta gigantesca fiesta.
Munchen, es asiento de varias cervecerías, y 6 de las más grandes montan gigantescas tiendas en el parque. Dentro y fuera de ellas, se sirven alimentos, hay bandas de música y se disfruta de los grandes tarros de 1 litro llamados MASS. Es sorprendente la habilidad de las meseras para traer a las mesas hasta 12 tarros llenos del espumeante elixir sin usar una charola.
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Por supuesto que además de estas enormes carpas o tiendas, hay un sinnúmero de juegos, tiendas, y atracciones que son la delicia de niños, jóvenes y adultos. La mayoría vestidos con pantalones de cuero cortos lederhosen, camisas a cuadros azules y blancos los varones y las mujeres con pintorescos vestidos llamados dirndl con ajustados corpiños que resaltan sus atributos. Los locales describen los exuberantes senos como “los troncos frente a la casa”
Desde una gigantesca rueda de la fortuna se aprecian vistas panorámicas de todo el parque y su intensa actividad, se ve inclusive la ciudad, sus templos y edificios más altos
Después de una o dos visitas al parque Theresienwiese de 46 hectáreas quedan aún por visitar los variados atractivos de la ciudad. La Residenz, palacio en el que vivieron los gobernantes y su tesoro. La plaza del ayuntamiento, con su bella fachada gótica (en su reloj cada hora desfilan peones y caballeros mientras el carrillón toca su melodía). Y los templos, museos y otros edificios que se salvaron de los bombardeos de la II guerra mundial, o han sido meticulosamente restaurados a su condición original. Por toda la ciudad, los locales la definen como ciudad grande con calma provinciana, hay alegres biergarten llenos de sedientos clientes, exclusivos cafés y restaurantes para disfrutar de la variedad de salchichones y la col agria, y el codo de cerdo típicos de la gastronomía alemana.
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Munchen es asiento entre otras importantes empresas, de la fábrica BMW (Bavarian Motor Works) donde se fabrican estos finos vehículos de clase mundial. Se puede hacer un tour y visitar la fábrica y su museo.
¿Y qué hacer el resto de la semana? Es tiempo de rentar un auto y viajar al sur (Salzburgo, en Austria está a dos horas) o bien hacer la Ruta Romántica, un camino que desde Fussen en el sur, donde el rey Luis “El Loco” construyo dos bellos castillos, uno de ellos inspiró a Disney para hacer el de su parque, hasta Wurzburg en el norte pasando por 12+ ciudades pintorescas que conservan sus orígenes medievales. Viajará Ud. Por esplendidas autopistas en las que los Ferraris, Lamborghinis y Mercedes transitan a 250 km/h; encontrando alojamientos impecables que impresionan por su limpieza y la calidez de su gente. Esta carretera comunica con varias pintorescas ciudades, como Augsburg, fundada por el emperador romano Augusto en el siglo I. La iglesia de Santa Anna es un museo en el que hay una magistral explicación de la revolución provocada por la reforma de Martín Lutero. Igualmente el Fuggerei, complejo de viviendas fundado en el siglo XVI por Jacob Fugger “El Rico” para personas indigentes a quienes cobraba una renta ínfima. Curiosamente funciona hoy día. Los inquilinos pagan 1 euro mensual. Rothenburg o.d.T. es una villa excepcionalmente conservada; sus edificios, templos, museos, callejuelas le transportarán a épocas de antaño, esta ciudad medieval vive fundamentalmente del turismo y vale visitarla por un día completo.
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