¡Asombrosos viajeros! ¡Cuántos nobles relatos
se leen en vuestros ojos profundos como el mar!
Abridnos los estuches de vuestra fiel memoria
y mostradnos sus joyas de astros y de éter.
¡Queremos avanzar sin máquina ni velas!
Para borrar el tedio de estas frías prisiones
dad a nuestros espíritus que la inquietud distiende
vuestros bellos recuerdos que el horizonte enmarca.
¿Decidnos, qué habéis visto?
Charles Baudelaire
Las diversas vertientes filosóficas nacen de una necesidad para buscar las vías para tratar de explicar la complejidad de la existencia humana. Filosofar implica, explorar conocimientos diversos, encontrar nuevas preguntas y tal vez algunas respuestas. De una manera similar el viajero convierte su travesía, en una vivencia filosófica; ya que cuando decidimos iniciar un viaje, de manera inexorable, tenemos que alejarnos de nuestra residencia permanente y trascender el umbral de lo cotidiano, para enfrentarnos a otras experiencias, otros rostros y otros colores.
No importa si el viaje se realiza en avión, bicicleta, en barco o caminando. Viajar representa la posibilidad de recoger recuerdos, construir vivencias y enfrentarse a la desafiante pero fascinante experiencia de la libertad.
En la literatura existen varios ejemplos de viajes memorables que después se transformaron en metáforas sobre la existencia humana. Un ejemplo es el viaje que realiza Ulises a Ítaca, aventura narrada por Homero en el famoso libro: La Odisea. El viaje que emprende Ulises, para regresar a su patria y reunirse con sus seres amados, está plagado de múltiples adversidades. Entre las vicisitudes que tuvo que enfrentar mencionaremos algunas (El despedirse de la hermosa Circe, huir del Polifemo, desafiar la ira de Poseidón, luchar para no ser seducido por el canto de las sirenas); estos hechos, son sólo algunos de los obstáculos que tuvo que enfrentar Ulises para lograr llegar a su hogar. Durante su viaje las experiencias inesperadas lo ayudaron a evolucionar como ser humano; porque cada enemigo a vencer implicaba la resolución de un enigma para continuar su travesía. La nostalgia por la tierra a la que anhelaba retornar, se convirtió en su vigor y en una fuente de disertaciones inagotables sobre el sentido de la vida, del amor y del recuerdo.
Cada uno de los viajes que llevemos a cabo; por breves o prolongados que sean, representan un cofre que resguardará: pensamientos y vivencias colecticias e individuales. Viajar nos brinda la oportunidad de encontrarnos y reflexionar sobre la estética inmersa en la naturaleza, en los espacios y en las ciudades, producto de la imaginación, del ingenio o la confusión humana. Viajar nos brinda la posibilidad de experimentar en nuestra piel el sentimiento sublime de la belleza que brota en sitios, personas y entidades diferentes al nuestro. Viajar nos otorga la oportunidad de ejercer el respeto y la tolerancia.
Los lugares que escogemos para viajar manifiestan, nuestros deseos, y búsquedas. Hay personas que aconsejan que cuando viajes tengas un objetivo definido y una agenda rigorosa de actividades, para conocer todos los lugares posibles. Otros sugieren que elijas el lugar que deseas conocer; después de escuchar lo que te susurra tu alma. Esta segunda sugerencia te propone que abras las puertas de tus sentidos, que no agendes, que vivas, que te pierdas en las calles, que hables con la gente, que pruebes comidas distintas, que te acerques a los perros a los gatos a todos los seres vivos que habitan en el lugar que visitas; porque al hacerlo es un manera de conquistar la otredad (es abrazar la oportunidad de verte a ti mismo, a través de los otros). De las dos propuestas para viajar mencionadas anteriormente: un racional y la otra intuitiva, yo me quedo con la segunda, para recorrer océanos, ríos y veredas. Yo prefiero conocer personas, sus entornos, sus ámbitos, sus alegrías, dolores y esperanzas.
Desde mi perspectiva, no importa cual sea la manera como organices tu viaje, lo importante es realizarlo. Y tengo la firme convicción que cuando viajas eres el protagonista de un libro de aventuras en el que tú eres el autor, y el filósofo de la historia. Al viajar cada trama del relato las iras construyendo; con cada vivencia, cada aroma, cada ser humano que conozcas, cada calle, paisaje, sonido, ser que te encuentres en tu camino. Durante y después del viaje podrá filosofar, disertar, llegar a conclusiones y contemplar el rostro de respuestas y preguntas nuevas.
¡Así que a preparar las maletas para realizar disertaciones filosóficas a través de la venturosa experiencia de ser viajero¡
Fotografías: http://blog.viajarbarato.com.br/wp-content/uploads/2014/04/tour-du-mmonde-copie.jpg http://www.nelmezzodelcammin.es/wp-content/uploads/2010/12/john_william_waterhouse_-_ulysses_and_the_sirens_1891.jpg http://3.bp.blogspot.com/-0GiIHF2gRi0/T2lPDRFe1gI/AAAAAAAAA48/DmU3Nv9T5Xo/s1600/2.JPG https://movimientoliquido.files.wordpress.com/2012/04/libertad.jpg https://em.wattpad.com/f61c05f78af55ad7c00a41bfdcf7bee74df4ceb5/687474703a2f2f73656e6465726f736c6174696e6f616d65726963616e6f732e6f72672f77702d636f6e74656e742f75706c6f6164732f323031332f30352f63616d696e61725f66696c6f736f6661722e6a7067