Viajamos para cambiar, no dé lugar, sino de ideas. Hipólito Taine (1828-1893) Escritor francés.
¿Dónde naciste y quienes fueron tus padres?
Nací el 8 o 9 de enero de 1324 en Venecia, no recuerdo muy bien. Pertenecí a una familia de mercaderes acaudalados que disfrutaban de comerciar en lugares lejanos. A los 17 años de edad emprendí con mi padre y mi tío un viaje memorable por Asia, el cual nos dio la posibilidad de conocer al legendario Kublai Kan.
¿Nos puedes hablar sobre tu viaje más importante?
El más importante lo realicé en el año de 1271, yo era muy joven pero tuve la oportunidad de salir de mi amada Venecia natal, para acompañar a mi padre y a mi tío, a un fascinante viaje a través de Asia, que nos condujo hasta la corte de Kublai Kan en China. Viajamos por Armenia, Persia y Afganistán, y logramos recorrer toda la Ruta de la Seda, hasta llegar a Mongolia y China. En dichos lugares permanecí más de 20 años al servicio del Kublai Kan, emperador de Mongolia y China, quien se convirtió en mi amigo, y me concedió el honor de ser gobernador durante tres años de la ciudad china de Yangzhou .
¿Qué que te impactó más de tu viaje?
Convivir y conversar con la gente, escuchar: sus relatos, costumbres y creencias religiosas. Descubrir cultivos de flores desconocidas para mí, joyas, tejidos, lugares, sabores, comidas olores y animales que nunca antes había imaginado y que por ende me dejaron maravillado. Me impresionó la organización y belleza de todo el país, que funcionaba eficientemente, gracias a su infraestructura y su audaz sistema de correos. La edificación de las obras públicas, el trabajo artesanal exquisito de la seda y el empleo del de papel moneda, enfatizaba su armonía como sociedad. Me deslumbró ver a los tártaros acaudalados vestidos con ropa de oro y seda, con pieles de cibelina y de armiño entre otros. Conocí por primera vez los baños públicos de agua fría a la cual a asistían diariamente los chinos porque lo consideraban saludable. No obstante eran comprensivos con los extranjeros, y tenían para ellos baños de agua caliente .
¿A quién le narraste las experiencias de tu viaje y en qué lugar?
En 1295 Venecia tuvo un conflicto bélico con la República de Génova. A consecuencia de dicha guerra; fui encarcelado en 1298 por los genoveses. En mi celda tuve de compañero al renombrado escritor Rustichello de Pisa, él trascribió mis relatos y los publicó en un libro que se conoce como Le divisament du monde, Livre des merveilles du monde, o Il Milione; traducido en castellano como (Los viajes de Marco Polo).Dicen que Cristóbal Colon, lo tenía entre sus libros preferidos.
¿Qué quieres compartirnos antes de despedirnos?
Cuando estaba a punto de morir muchos me decían dinos la verdad sobre tus viajes, tus relatos parecen escenas prodigiosas extraídas de un cuento fantástico, ante tal comentario; yo les respondí de manera contundente” no narré ni la mitad de lo que vi”
¿Qué les dirías a tus lectores de otros tiempos?
Que una de las pasiones más extraordinarias que poseemos es viajar, porque al descubrir otros lugares, otros rostros, otras conversaciones es una forma de conocernos a nosotros mismos.